Como ya conocéis quienes nos seguís semana sí y semana también, en nuestro blog nos dedicamos a hablar acerca de cuestiones técnicas del SEO. Así, hemos detallado desde las diferencias entre posicionamiento SEO y posicionamiento SEM a la naturaleza de la optimización SEO on page, y pasando por muchos otros asuntos especializados. Pero en nuestro artículo de hoy queremos hacer una excepción. Descenderemos del tren del posicionamiento orgánico para observar su historia desde fuera. ¿No te da curiosidad?
SEO historia
Tal y como ocurre en cualquier otro desarrollo tecnológico, verdaderamente y en esencia no existe un punto inicial de partida. El mundo no apareció de la nada y de pronto brotó el posicionamiento orgánico. Como es obvio, el nacimiento del posicionamiento SEO dependió de muchísimos otros avances previos, por lo que no es sencillo ubicar el origen de la historia del SEO. Sin embargo, probablemente lo más acertado sea colocar dicho origen en el surgimiento del primer bot diseñado para indexar las páginas web de internet.
Su nombre era WebCrawler y fue lanzado a la red en el año 1994. Los Googlebots y otros robots encargados de rastrear e indexar el contenido web en la realidad no existirían sin este precedente. La semilla estaba ahí. Y culminaría aquel mismo año con la llegada de Lycos, el primer motor de búsquedas conocido basado en el rastreo e indexación de las páginas. Quién sabe si los arqueólogos encontrarán alguno otro, escondido en una cueva de Kazajistán. Hasta que ocurra, estos son los principios de la historia del SEO.
Una historia del posicionamiento que explotaría definitivamente con la llegada de Yahoo. Puede que Bing, Google y otros buscadores modernos hayan eclipsado a Yahoo, pero durante mucho tiempo fue sin duda un titán incomparable entre los motores de búsqueda. Aunque, todo hay que decirlo, en aquel entonces estaba más limitado a sus funciones de directorio. Tardaría un poquito en comenzar a funcionar como buscador de internet. Además, aparecerían marcas competentes como el famoso buscador Altavista.
Pero, siendo precisos, estos hitos no representan realmente el origen de la historia del posicionamiento. Y es que, si bien esta no existiría sin el desarrollo paulatino de la industria de los buscadores, lo cierto es que existe una gran diferencia entre búsqueda y posicionamiento. Después de todo, este último alude a técnicas destinadas a posicionar. Y en aquellos prototiempos, en aquella sopa primigenia de buscadores, las páginas web podían hacer muy poquito para mejorar su posicionamiento. Internet era una jungla.
Historia del posicionamiento
Pero esto comenzó a cambiar muy poquito a poco. Conforme los motores de búsqueda se asentaban, crecían los usuarios y avanzaban las tecnologías informáticas, comenzaban a entrar en escena otros parámetros del posicionamiento que hoy consideramos fundamentales. Como las keywords. Eso sí, de una manera diferente a como las tratamos hoy, donde la sobreoptimización está penalizada. Entonces, en la infancia de la historia del SEO, poner tropecientas veces la keyword funcionaba. Caldo de cultivo para spammers.
1998 marcaría un antes y un después en la historia del posicionamiento SEO. Fue ese el año en que Larry Page y Sergey Brin, dos estudiantes de ciencias de la computación de la Universidad de Stanford, crearon un proyecto universitario que posteriormente sería bautizado y explotado comercialmente como Google. Ellos fueron quienes crearon las páginas de resultados basadas en el ranking interno de las webs, una técnica que muchos otros motores de búsqueda plagiarían después. Comenzaba la era del SEO.
Una era del SEO que contemplaba con alegría el nacimiento de otros entes hoy famosísimos: las conocidas y utilísimas metaetiquetas. Estas, el número de repeticiones de las palabras clave, el número de visitas y, poco a poco, también los backlinks, conformaban el ranking interno de las webs. Esto último, la introducción del linkbuilding como factor clave, dio lugar al surgimiento del llamado SEO off page. Aquí es donde la historia del posicionamiento comienza a parecerse más al SEO tal y como lo conocemos hoy.
Lógicamente, estos factores de posicionamiento tan laxos abrieron la puerta a las prácticas fraudulentas, las que hoy englobamos bajo el concepto de Black Hat SEO. Entre ellas destacaron y mucho el keyword surfing, el tráfico de backlinks y el plagio de contenidos. Probablemente fue la popularización masiva de prácticas y técnicas como esta las que motivaron el entorno de buscadores que tenemos hoy. Porque aquí es donde esta historia del SEO se vuelve interesante: Google comenzó a ponerse mucho más duro.
Historia del SEO completa
En concreto y en este punto de la historia del SEO, los desarrolladores de Google empezaron a diseñar esos algoritmos de posicionamiento tan estrictos y complejos que hoy dominan el panorama. Bajo ese lema, muy famoso, de «Don’t be evil» («No seas malvado»), Google comenzó a crear y actualizar algoritmos destinados a penalizar las malas prácticas. La idea estaba clara: Google quería que las páginas web posicionaran de modo orgánico. Se acabaron las triquiñuelas. O al menos de una manera tan obvia y despenalizada.
Desde la perspectiva de los usuarios, que somos todos también, Google mejoró notablemente y desbancó al resto de competidores. Las diferencias eran abismales. Así, los resultados en Google eran más precisos cada vez y, por encima de todo, cada vez más orientados al usuario y su satisfacción. Algo que Google podía medir mejor y mejor gracias a las nuevas herramientas de medición como la propia Google Analytics. Es entonces el instante en que la historia del SEO da lugar a al historia del internet para el usuario.
Un entorno digital en el que lo más importante del mundo es anticiparse y satisfacer las necesidades de los usuarios de manera sencilla y directa. Bajo el paraguas de esta actitud nacería en 2008 un sistema para las sugerencias en el buscador que cambiaría todo por completo. En la actualidad es lo más común en todos los rincones de internet, pero no en aquel entonces. En general, es este el momento en que la historia del SEO se pone dura para los webmasters y los técnicos especializados en SEO. La tarea era titánica.
Especialmente con la llegada del algoritmo de Panda y de muchos otros que extremarían las exigencias que el buscador establecía para el posicionamiento de las páginas. Desde entonces, la premisa es muy clara: las páginas obedecen lo que Google determina qué es bueno para los usuarios. Y son muchos, muchos detalles y aspectos técnicos. Por eso existimos las agencias especializadas como la nuestra. No solo conocemos bien la historia del posicionamiento. Por encima de todo conocemos el posicionamiento.