Los blogs son una de las herramientas más valiosas para las estrategias de posicionamiento web de las marcas. Después de todo, ayuda a alcanzar muchos de los objetivos habituales de estas en internet: mejorar el posicionamiento orgánico en los buscadores, incrementar el tráfico web, aumentar la conversión de leads, favorecer las contratación y las ventas o mejorar la imagen de marca. Todo ello y mucho más puede conseguir con un blog de calidad. Y eso de «blog de calidad» no depende únicamente de los contenidos que lo conforman, sino tambien de su estructura. En este nuevo artículo hablaremos de la estructura de un blog más común. ¿Estás preparado?
Cuáles son las partes de un blog en WordPress
Las partes de un blog en WordPress no son muy diferentes de las partes de la mayoría de blogs, pues todos los blogs comparten entre el unas cuantas señas de identidad muy claras. En ese sentido, el primer componente claro de un blog es el favicon, un pequeño logo que se muestra en la pestaña del navegador y que permite al usuario identificar más claramente la identidad del blog, además de colaborar en su localización en medio de las otras muchas pestañas abiertas que pueda tener. Suele coincidir con el logotipo de la marca.
Luego tenemos el fondo del blog. Es el tapiz sobre el que se dibujará todo lo demás. En la actualidad, donde prima el minimalismo estético desde hace unos cuantos años, los fondos suelen ser fondos blancos o fondos de colores muy claros que permiten una mejor lectura. Es muy importante priorizar la experiencia del usuario dentro del blog y un fondo negro o un fondo con tucanes volando no ayuda mucho en la lectura ni favorece la localización de elementos dentro de la página. ¿Nuestro consejo? Quedarte con fondos suaves.
También está la cabecera. Está localizada en la parte superior del texto y es una de las más importantes de tu blog, ya que es lo primero que el usuario se encuentra cuando entra en él. En la cabecera suelen incluirse elementos identificativos de la marca o del blog como el logotipo, el nombre o el eslogan, además de otros elementos esenciales del blog como el menú. El menú, por su parte, muestra la estructura de contenidos y permite navegar por las diferentes secciones o categorías del blog. El «sobre mí» también se ubica aquí.
En el lateral, sin embargo, suele incluirse la sidebar, que es la zona del blog en la que se colocan los gadgets y los widgets disponibles en la biblioteca de WordPress. Estas herramientas adicionales pueden tener finalidades muy variadas, por lo que pueden facilitar enorme la experiencia de los usuarios en el blog. Por ejemplo, links a las redes sociales, archivos con todos los posts publicados, calendarios de contenidos, contador de estadísticas o muchos otros más. Es una zona especialmente valiosa para los lectores.
Aunque la zona más valiosa de todas es, sin ninguna duda, los artículos. Los posts son la razón por la que los usuarios terminan dentro de tu blog. Es trascendental que trabajes bien los contenidos que incluyen para que sean interesantes y atraigan a los lectores. Además, los contenidos interesantes se comparten bastante más, lo que incrementa la visibilidad de tu blog. Te recomendamos añadir una previsualización de los posts para que los lectores puedan ver de qué van antes de entrar. Les aporta mucho valor.
Por último, está el pie de página, conocido habitualmente como footer. Se ubica en la parte inferior del blog e incluye información de interés adicional para el usuario como la información de contacto, la política de cookis o la política de protección de datos personales. Al igual que ocurre con la cabecera, el footer suele mantenerse a lo largo de las diferentes páginas. Es un elemento que proporcioan coherencia y solidez al blog. En cualquier caso, no es un componente especialmente aprovechado por los visitantes.
Importancia de tener un contenido estructurado
El contenido es lo más importante. Si una marca se curra profundamente un contenido y aporta información valiosa y única al usuario, el contenido tendrá éxito en la mayor parte de los casos. Al final, las personas saben reconocer lo que es relevante. Es así de sencillo. Pero eso no significa que la estructura en la que se presenta el contenido no sea relevante. Puedes incluir los posts en un lugar del blog o en otro, puedes incluir más o menos por página, puedes mostrar más o menos de ellos en la página principal… Estudia a tu audiencia y trata de ajustarte a sus necesidades y preferencias.
Cómo estructurar un blog para mejorar el posicionamiento SEO
Tal y como hemos comentado, la mejor manera de conformar la estructura de un blog para SEO es siguiendo las necesidades de los usuarios, aunque añadiendo también las reglas de posicionamiento orgánico de Google. Esto implica mantener actualizado el blog a menudo, redactar teniendo en cuenta al lector, incluir palabras claves en los artículos para informar a las arañas rastreadoras de Google sobre la temática de cada post, utilizar encabezados, optimizar con metaetiquetas como metatitle o metadescription, hacer que las URLs sean amigables o crear categorías bien definidas que guíen al usuario dentro del blog.
Consejos de diseño y experiencia del usuario
Recuerda: un diseño minimalista, sencillo, claro, directo, es mucho más recomendable que un diseño muy pretencioso, muy ambioso, muy caótico. Sí, intentar ser original en el diseño puede marcar la diferencia, pero tienes que hacerlo bien. Si no estás convencido de que algo vaya a funcionar, limítate a crear un entorno cómodo en el que el usuario pueda leer los posts con tranquilidad y facilidad. Al final, y por mucho que nos compliquemos la vida, está en tu blog precisamente para eso: para leer contenidos, informarse, disfrutar y aprender. Eso es todo. Enfócate siemrpe en la experiencia del usuario. Métete en su piel e intenta pensar como él.
Guía para escribir los artículos
Escribir artículos es un arte que no puede aprenderse de la noche a la mañana. Para empezar, se necesitan dotes de investigación para encontrar la información primaria necesaria con la que se conformarán los posts. Hablamos de teorías, estadísticas, datos, opiniones, declaraciones, hechos históricos y muchas otras informaciones. Pero, además, se deben redactar de la manera adecuada. Y eso implica cuidar dos aspectos claves. Primero, la estructura del contenido, siguiendo una estructura periodística que informe de lo más esencial y vaya añadiendo valor paulatinamente. Segundo, el estilo de redacción, que debe ajustarse al tono comunicativo de la marca.